LE DISPARAN EN LA CABEZA

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De un certero disparo en la cabeza, delincuentes acabaron con la vida de un comerciante por resistirse al robo de su canguro con dinero.

El hecho de sangre se produjo  delante de su esposa e hija, quienes lo acompañaban en ese momento a la víctima, quien se dedicaba a la venta de verduras en el mercado mayorista en el kilómetro seis del cono sur de la ciudad de Pucallpa.

El asalto y robo a mano armada con consecuente muerte se registró ayer en horas de la madrugada en la intersección de los jirones Portocarrero con Los Girasoles, asentamiento humano Jorge Velásquez Portocarrero, jurisdicción del distrito de Manantay, cuando la víctima Alfredo Falera Santamaría de 44 años, acompañada de su esposa Judith Claudia Inocencio de 43 años y su hija Medalith de 18 años, acaban de salir de su domicilio y se dirigían a bordo de su furgón nuevo color azul metálico, a su centro de labores en el mercado “Minorista” donde tienen su puesto de venta de verduras.

De pronto hicieron su aparición tres sujetos en un motocar azul sin placa de rodaje a la vista. Uno de ellos portaba un arma de fuego y encañonándolo le obligaban a que parara su marcha.El comerciante se negó a obedecerles, acelerando aún más la velocidad, hecho que enfureció a los delincuentes y quien tenía el arma le disparo en su cabeza.

La muerte fue en el acto, el comerciante se desplomó al piso y su vehículo trimovil siguió su marcha por unos metros más hasta despistarse hacia un costado de la calle, la hija y su esposa aterradas por lo que presenciaron el crimen, empezaron a gritar y el delincuente que portaba el arma de fuego realizo dos disparos más, pero al aire para amedrentarlas a la hija y su madre para que dejaran de gritar y así no alertaran a los vecinos del lugar.

Los hampones le desvalijaron de las pertenencias de valor que traía la victima quien estaba sin vida en el pavimento, entre las cosas que se robaron fue su canguro conteniendo la suma de suma de 200 soles.

Los sonidos de los proyectiles percutados por el arma de fuego habían hecho salir de sus casas a los vecinos del lugar, el mismo que les hicieron ahuyentar despavoridamente a los hampones quienes fugaron con rumbo desconocido.
Los vecinos  brindaron auxilios del caso a la madre y su hija quienes visiblemente estaban nerviosas por la escena aterradora que les tocó presenciar con el cobarde asesinato de su ser querido.
Hasta el lugar del crimen se hicieron  presentes la policía y serenazgo, los mismos que inmediatamente realizaron un operativo de rastrillaje en toda la zona, pero no dieron los criminales que acabaron con la vida del comerciante. (D.Saavedra)

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