Edgar Álvarez recordó a mafia sindical en MPCP

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Saboreando una taza de café Nativas de Atalaya, en la esquina de las calles Huáscar con Coronel Portillo-cercado de Pucallpa, local conocido como “Los pájaros caídos”, Edgar Álvarez Gómez, dijo a su amigo acompañante –sabes, los sindicatos en Pucallpa, de repente también en otros lugares del país, son una mafia. Luego de beber el café tinto, seguido de un sorbo de agua, recordó la época de funcionario de la gestión de Luis Valdez, y detallando narró que, con él, el sindicato de la municipalidad portillana, no pudo avanzar con su propósito de saquear y desvalijar el área de maestranza, porque fueron controlados al extremo. Es que Valdez, luego de un proceso de chantaje, los sindicalistas obligaron al alcalde, ceder la administración de Maestranza. Este pasaje de la charla continua, pero en algunos casos termina en denuncias e investigaciones a sindicalistas envueltos en escándalos de hurto.

Casi seguidos fueron los cafés con Edgar. Un mediodía de un lunes, Edgar reaccionó diciendo –uyyy, tomemos el café rápido, tengo que recoger a mi hija de la escuela; pero antes ya comentó que, en los años de la violencia política, allá en su trabajo en Campo Verde, administrando las ganaderías del Grupo Zanatti, en la cual se dice que Alan García era el socio con más acciones, le obligaron a doblegar la seguridad, porque el servicio de inteligencia de la Marina de Guerra del Perú, detecto que en esos días, los guerrilleros, como él los llamaba, Tupamaristas, debían tomar o asaltar la ganadería “Pijudo”, pero la reacción fue tarde, porque esa misma madrugada, una veintena de “Tupachos”, realizaron una matanza de ganados, carne que fueron entregados al pueblo. Los insurgentes, luego de su cometido, y alertar a los presentes que volverían para hacer justicia del pueblo, montados en caballos propios y saqueados de “Pijudo”, desaparecieron por la carretera que conduce al pueblo Nuevo Piura-río Aguaytía.

En una oportunidad -sigue el dialogo de Edgar-, en la ganadería denominado “Campo Verde”, ubicado en el kilómetro 12 de Tournavista, Álvarez Gómez fue citado para una reunión de coordinación para tratar la administración y un problema de abigeo. Edgar, un día antes, da cuenta a unos miembros de la PNP, por orden de Lima, que está yendo madrugada a Tournavista y que la siguieran a una distancia prudencial. Así fue que condujo una camioneta de color para llegar a la hora pactada a la ganadería. En el lugar, a la entrada del fundo, como nunca fue detenido y obligado por unas personas de uniforme de militar, a bajarse de la camioneta, comunicándole que es orden del jefe. Luego de una revisión total del vehículo, Edgar pudo ingresar a la finca. Ya estando ahí, escuchó una voz grave que le dijo “Como estás ruso”, y al voltear se dio cuenta que era el mismísimo Alan García, que junto a él estaba el todo poderoso Alfredo Zanati. Alan García vestía como vaquero del Oeste Americano; sombrero de cuero, botas, pantaló y camisa de ganadero. En esa época, eran secretos a voces, que el presidente en funciones, de vez en cuando venía a Pucallpa de incógnita.

Existen otros cafés con Álvarez Gómez, cuando charlamos de su juventud allá en su Mendoza, tierra natal, y la decisión de irse becado a Rusia para estudiar la carrera Veterinaria. Su formación fue en un país comunista-socialista, pero aun así Edgar no mostraba abiertamente estar de acuerdo con el comunismo ruso. Descansa en Paz amigo, te extrañaré cuando beba café en algún lugar de la ciudad y gracias por demostrarme que existen los amigos, aún en tiempos de pandemia. (Colaboración: W La Torre)

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