“La variante brasileña ataca a los jóvenes”

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inicios de febrero, cuando Perú registraba 12 casos de la variante brasileña del Covid-19, en Manaos, la ciudad donde se originó este nuevo linaje, los médicos intentaban recuperar fuerzas para seguir enfrentando al virus que, tras varios meses de descanso, volvía a hacer su aparición y dejaba más de 3 mil muertos en solo un mes.

Actualmente, la variante brasileña P.1 ya se ha extendido a 36 países y el contagio, de acuerdo a estudios internacionales, sería mayor. “Entre 1,4 a 2,6 más contagiosa que otras variantes”, explica Dax Torres, peruano que radica hace 20 años en Manaos y médico ginecologista que atiende casos Covid-19 en la Maternidad Ana Braga.

Además de ser más contagiosa, la nueva variante estaría atacando a grupos que no eran considerados poblaciones de riesgo, como los jóvenes. “En la primera ola los pacientes eran básicamente obesos, por encima de 65 años y hombres. Acá tenemos pacientes mujeres de 17 años”, cuenta el médico. Lo mismo reporta el epidemiólogo Jonas Brant, también miembro de la red principal de profesionales de vigilancia en Brasil. “Los datos que tenemos es que la nueva variante tiene mayor velocidad de afectación, sobre todo en grupos más jóvenes”.

En tanto, otra característica es que el paciente permanece internado más tiempo, entre 18 a 24 días, a diferencia de antes, que permanecía unos 12 días.

En el caso de los síntomas, no hay cambios. “Continúan los problemas digestivos, dolor abdominal, náuseas”, dice Torres.

Cabe destacar que, después de enero, la curva de casos y muertes en Manaos ha ido en descenso, pero en las demás ciudades de Brasil todo parece empezar. El último martes reportó 3.251 muertos en un día.

El mito

“En Manaos se diseminó muy rápido el virus. Se tornó peligroso y todos los ojos estaban aquí, pero luego fue en descenso”, recuerda Dax Torres.

Entonces inició el mito de la inmunidad de rebaño, es decir, creer que gran parte de la población se había infectado y una segunda ola no podría ser devastadora. Pero el tiempo y la variante brasileña demostraron lo contrario. A ello también se le suma la indiferencia de las autoridades, que priorizaron la economía y “en enero, con todo abierto, vivimos el peor mes. Tuvimos 3.166 muertes y 5 mil hospitalizaciones”, recuerda el médico Torres, quien afirma que nunca existió un estudio de prevalencia en Manaos.

“Fuimos el peor lugar para vivir”

El médico Dax Torres lamenta que Brasil tenga un presidente “en contra de las vacunas y de la comunidad científica”.

Según la Fundación Oswaldo Cruz, en enero, el 91,4% de la población de Manaos se infectó con la variante brasileña. “Nos convertimos en el peor lugar para vivir en la Tierra”, agrega el profesional de la salud.

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