Hospitales Vitarte y Almenara están al borde del colapso

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La falta de logística en los centros de salud continúa cobrando víctimas. En el antiguo hospital Vitarte, personal médico ha salido a protestar por la falta de espacios para recibir a pacientes y trasladar cadáveres.

Mientras tanto, una situación similar se ha reportado en el Hospital Guillermo Almenara, en La Victoria, donde el personal reclama por una sobrecarga en el área de Emergencias y una mala distribución de camillas y respiradores. El descontrol empieza a golpear a nuestro sistema de salud.

Trampa Mortal

“No tenemos mortuorio”, “A nosotros quién nos cuida”, “No al hacinamiento intrahospitalario”, dicen carteles cargados por el personal médico del antiguo hospital Vitarte, en el distrito de Ate. El miércoles 15 de abril, la presidenta del cuerpo médico, Rudy Huertas, acompañada del personal, salió reclamar por las malas condiciones sanitarias del centro de salud.

“Tenemos a uno de nuestro colegas internado en el hospital Luis Negreiros, (está) entubado y no sabemos si sobrevivirá (…) Estamos dando lo mejor de nosotros, pero exigimos que nos lleven al otro hospital, donde las instalaciones son mejores”, declaró.

La emergencia ocasionada por el COVID-19 ha tomado por sorpresa al personal de este hospital, que se encontraba en pleno traslado de oficinas y equipos a una nueva sede.

“A todo el personal del hospital viejo y directivos nos habían encargado que comencemos una fase de marcha blanca (hacia la nueva sede). Comenzamos a llevar las cosas y mudar los consultorios. En ese interín nos agarró la pandemia. Nos vimos obligados a trasladarnos al hospital viejo nuevamente”, señaló un miembro del personal médico a Perú21.

La infraestructura del nosocomio se ha vuelto una bomba de tiempo para los médicos y enfermeras que atienden a pacientes infectados.

El 24 mayo del 2019, un informe emitido por la Sub-Gerencia de Gestión de Riesgo de Desastres de la Municipalidad de Ate, concluyó que el antiguo hospital Vitarte se encontraba “en situación de riesgo muy alto para incendio total y colapso inminente”, lo que lo volvía “una trampa mortal tanto para el personal médico como pacientes internados y ambulatorios”.

“En el patio de maniobras las escaleras tienen debajo material inflamable y la ruta de evacuación se encuentra obstruida, los pasadizos (están) obstruidos por objetos diversos (…) el área de archivo rebasó su capacidad, en el área de internamiento los equipos médicos con las camas no permiten libre circulación”, detalla el informe técnico al que tuvo acceso este diario.

Un año después, el 28 de enero del 2020 -a un mes del inicio de la pandemia- el informe N° 42-2020-UFGRED-HV advertía nuevamente “deficiencias en los techos y cubiertas” del hospital.

“(Hay) deterioro de la infraestructura interna del techo y, por tal, deterioro de soportes y anclajes. (Hay) posible riesgo eléctrico al estar las instalaciones expuestas al contacto con el agua producto de las filtraciones”, señala el nuevo documento técnico.

Pese a ello, iniciada la emergencia nacional, las autoridades del Ministerio de Salud (MINSA) dispusieron que la sede antigua también atienda a pacientes infectados con coronavirus. Las consecuencias, al día de hoy, se hacen notar: falta de camillas, acumulación de cadáveres en el mortuorio y falta de equipamiento biomédico.

La solución, para la doctora Rudy Huertas, está en el traslado del personal de la antigua sede al nuevo centro hospitalario Ate-Vitarte. No obstante, según un informe emitido por la Contraloría, este centro de Salud también contaría con serias deficiencias al haber adquirido ventiladores mecánicos inoperativos que ponen en riesgo a los pacientes contagiados por COVID-19.

“Exijo a las autoridades un mínimo de sensibilidad con nosotros, somos más de 1000 trabajadores que nos están condenando a infectarnos y posiblemente morir, cuando deberíamos estar atendiendo en mejores condiciones en ese hospital que fue gestado, construído e implementado para la población de Vitarte”, publicó el médico Danny Vergel, quien forma parte del personal, en sus redes sociales.

Emergencia En Almenara

En el Hospital Guillermo Almenara, en La Victoria, el panorama es similar. Las quejas del personal van desde el poco conocimiento que se tiene sobre el manejo de los equipos adquiridos, hasta una mala distribución en los turnos de trabajo.

“Ustedes no saben cómo está trabajando Emergencias. El área de trauma-shock está terrible. El que se salva lo hace de suerte. No hay puntos de oxígeno. En la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) del segundo piso hay bastante espacio y hay ventiladores (…) mientras que el área que se hizo para pacientes con COVID-19, en el primer piso, es un desastre”, dijo un miembro del equipo médico el miércoles 15 de abril, pidiendo mantener en reserva su identidad.

Según fuentes de este mismo centro de salud el segundo piso del hospital, donde se encuentra el área de UCI, tendría camillas y respiradores que no están siendo utilizadas. Ello, a pesar de que el Área de Emergencias y el pabellón destinado para pacientes con COVID-19 ha rebasado su capacidad por la alta demanda de pacientes.

“En primera línea se ha puesto a jóvenes que se ha contratado recientemente y que no tienen experiencia. En la segunda, a los de 50 y 60 años. (…) Además, se está armando una sala improvisada en el primer piso con equipos que no conocemos”, señaló la fuente consultada.

Los Descargos

Este diario se comunicó con Jorge Amoroz, Gerente de la Red Prestacional Almenara de EsSalud, quien señaló que la sobredemanda de pacientes en el área de Emergencias fue circunstancial y habría tenido lugar desde la noche del miércoles 15 hasta la mañana del jueves 16 de abril; no obstante, mediante la movilización de pacientes a otros centros de salud y a otras áreas del hospital ya se habría vuelto al flujo habitual. Amoroz aseguró que se ha aumentado el número de puntos de oxígeno para los pacientes y reiteró la importancia de que las personas solo asistan al hospital cuando sea necesario:

-Fuentes en el Hospital Almenara aseguran que, aunque los pabellones de Emergencia y COVID-19 han estado llenos de pacientes, la Unidad del Cuidados Intensivos, en el segundo piso, tenía camillas que estaban completamente vacías y no se utilizaban.

J.A: No, eso no es cierto. Yo tengo en la torre de consulta externa de emergencia del hospital tanto el segundo como el tercer piso lleno de pacientes. Es más, tengo una parte de pacientes con patologías no Covid que no se pueden mezclar con los otros, pero estamos atendiendo ambos casos.

-¿Entonces no habían camillas vacías sin ser utilizadas?

J.A: No, eso no es cierto. No sé quién ha sido tan –discúlpame la palabra- irresponsable de hacer esa afirmación en un hospital como este, que habitualmente está lleno.

Existen fotografías tomadas el miércoles 15 de abril con camillas vacías y respiradores sin utilizar.

J.A: No sé. Eso puede haber sido, quiero pensar, de algún otro momento, pero yo le garantizo en este momento de que el hospital tiene alrededor de 110 pacientes oxígeno dependientes, 26 pacientes en ventilación mecánica, 10 pacientes en ventilación mecánica covid en la torre de Emergencia y 16 pacientes en la UCI-COVID, además de los pacientes que están en ventilación mecánica en la UCI general.

-¿La UCI general tampoco ha tenido camillas vacías?

J.A: Mire, las patologías que atiende el hospital no se han detenido. Lo que ha bajado en algo, afortunadamente, es la cantidad de pacientes que llegan a Emergencia por patologías que son para el área de urgencias. Pero el hospital sigue trabajando al ritmo habitual en el tratamiento de patologías de gravedad moderada y severa. Eso no se ha parado.

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