Esposan y piden prisión para un motocarrista

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Durante la madrugada de ayer, cuatro sujetos intentaron robar en una veterinaria, ubicada en el Jirón Arica con García Sáenz, la prensa acudió a reportar el suceso, en ese momento se presentó un motocarrista que se identificó como Ángel Manuel López Apagüeño y mencionó que él pasaba por ese lugar y que dio aviso al vigilante además añadió que «a esa hora no hay ningún policía», denunciando de esa forma la ausencia policial y el incremento de la delincuencia en la ciudad, sin imaginar que los policías tomarían represalias contra él por tales declaraciones.

Los efectivos que recién llegaban prendieron las orejas al escuchar las palabras del hombre y cuando este terminó de dar sus declaraciones, se abalanzaron contra el para detenerlo, reprochándole su supuesta “mala actitud” y en un acto de venganza lo enmarrocaron y subieron a la camioneta policial. Los periodistas que fueron testigos del abuso policial cuestionaron la actitud de los efectivos y cuestionaron la intervención, pero también resultaron agredidos por los efectivos pues estos los empujaron e incluso golpearon a dos reporteras de radio.

El hombre fue conducido hasta la comisaria del sector y en todo momento permaneció esposado, pero como los efectivos no encontraban manera de justificar su mal actuar optaron con mentir en su parte de intervención alegando que la detención del hombre se realizó por desacato a la autoridad, algo que evidentemente no se ajusta a la verdad y todo quedó grabado en imágenes gracias a los vídeos filmados por los periodistas.

Lo peor de todo es que ahora el Ministerio Público viene solicitando 9 meses de prisión preventiva contra el humilde motocarrista, quien solo hizo uso de su derecho como ciudadano a opinar y mostrar su descontento por el incremento de la delincuencia.

Ante esta situación, la defensoría del pueblo dio a conocer que han tomado el caso para exigir que el agraviado sea suelto, sin embargo, al cierre de la presente edición permanece en manos de las autoridades como un vil criminal, todo por el odio de unos malos efectivos que hicieron abuso de autoridad. (W. Junnas)

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