Trabajó en EsSalud durante 43 años y hoy necesita desesperadamente un ventilador mecánico.

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Dos hijos solicitan apoyo inmediato para su madre, la señora Eliza Peña Huachaca, de 71 años de edad, quien permanece a la espera de una ventilador mecánico en el Hospital Ramón Castilla de EsSalud. A mediados de mayo, Luz Mary Rojas Peña (36) y Aldren Rojas Peña (46), hijos de la señora Eliza, empezaron a presentar síntomas como dolor de garganta y fiebre.

Luz Mary acudió al Hospital Ramón Castilla y le recetaron unas ampollas que su madre se encargó de aplicarle a ella y a su hermano. En ese transcurso, un equipo del Ministerio de Salud (Minsa) acudió a su vivienda para realizarle las pruebas rápidas a todos. Los hijos resultaron positivos para coronavirus, por lo que fueron aislados, mientras que la muestra de la señora Eliza salió negativa. Días después, el jueves 21 de mayo, la septuagenaria comenzó a presentar un fuerte dolor de espalda, el cual se intensificó con el pasar de las horas.

Al revisar su saturación, se percataron de que estaba disminuyendo, por lo que la llevaron al Hospital Ramón Castilla, donde la mujer había laborado como técnica laboratorista por 43 años. A la medianoche de ese mismo día, la señora Eliza debió haber sido hospitalizada, pero solo le brindaron oxígeno hasta que consiguieran una cama. Para el día domingo 24, la adulta mayor ya requería de ventilación mecánica; sin embargo, en el nosocomio no había uno.

Se hicieron las consultas en los hospitales Sabogal, Rebagliati y Almenara para intentar obtener uno, pero les aseguraron que se agotaron. Al cierre de este informe, la señora Eliza sigue esperando por un ventilador. “No es justo que tantos años mi mamá trabajando para el Estado y no reciba la ayuda para seguir viviendo”, dice una de las hijas de la jubilada. Por otro lado, la familia asegura que el Minsa llamó al domicilio una semana después de haber intentado comunicarse con ellos y les dijeron que solo los podían monitorear, pero no los podían atender.

La enfermedad de la señora Eliza no es el único problema que afronta la familia. Ellos permanecen confinados en su vivienda de la Urbanización Primero de Octubre, en el Cercado de Lima, y no pueden salir a trabajar. Aldren es diabético y trabajaba manejando un taxi. Él no recibió bono para poder sustentar los gastos y alimentos para sus dos hijos menores de 10 y 13 años. Asimismo, su padre Fortunato Rojas Rivas, esposo de la señora Eliza, tampoco genera ingresos, pues antes se desempeñaba como mecánico tornero y también era taxista.

En tanto, Luz Mary tampoco sabe cómo hará para mantener a su hija de 7 años. Ella es madre soltera y antes trabajaba como enfermera en una universidad.

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